Santo Domingo. -El Tribunal Superior Electoral (TSE) aclaró este miércoles que César René Peñaló Ozuna, nunca ha sido juez ni empleado de esa Alta Corte como se ha reseñado en algunos medios de comunicación.
La Alta Corte informó que las funciones de juez, las realizó en la Cámara Penal de la Corte de Apelación de San Cristóbal hasta el momento de suspensión.
En la Cámara Penal de la Corte de Apelación de San Cristóbal desempeñaba las funciones de juez de segundo grado junto a los jueces César Darío Adhames, fallecido; Miguel Ángel Herrera Machado, Norma Bautista de Castillo, fallecido, y Félix María Matos Acevedo.
El TSE lamentó que algunos medios hayan reseñado como ex juez del Tribunal Superior Electoral cuando nunca ha estado vinculado a la justicia electoral.
Peñaló participó este martes en la tercera jornada de entrevistas a los aspirantes a ocupar una posición de las vacantes en la Suprema Corte de Justicia y el Tribunal Superior Electoral.
Se recuerda que César René Peñaló Ozuna es el aspirante al Tribunal Superior Electoral que protagonizó el altercado con el presidente Luis Abinader durante las entrevistas del Consejo Nacional de la Magistratura.
Peñaló, al agotar sus cinco minutos de exposición, se negó a concluir cuando el presidente le pidió terminar para iniciar la ronda de preguntas. Alegó que sus planteamientos eran trascendentales y que ya en el pasado sus observaciones habían motivado cambios en la normativa del TSE.
El momento más tenso ocurrió cuando afirmó que algunos miembros del CNM no poseían la capacidad cognitiva para entender su argumentación jurídica, lo que generó incomodidad evidente entre los consejeros. También reclamó que no se le había reconocido su “jurisprudencia” ni los aportes que, según él, habían influido en reglamentos del tribunal.
Peñaló cuestionó además la composición del CNM, señalando que debería estar integrado por más jueces para evaluar con rigor a los aspirantes. Incluso puso en duda aspectos de la constitucionalidad del propio TSE.
El presidente Abinader le insistió repetidamente que debía respetar el protocolo, ajustarse al tiempo establecido y permitir las preguntas. El intercambio marcó uno de los momentos más polémicos de las vistas públicas.



