NEWPORT, RI (AP) — Serena Williams hizo una aparición sorpresiva —y anticipada— en el Salón de la Fama del Tenis Internacional, emergiendo desde detrás del escenario para presentar a su “ex rival, ex fanática y amiga para siempre” Maria Sharapova para su inducción el sábado por la noche.

Williams, 23 veces campeona de Grand Slam y que será elegible para su propia consagración en 2027, provocó jadeos y gritos de la multitud en el santuario de Newport.

“Solo unas pocas jugadoras en mi carrera me retaron a ser la mejor cada vez que salíamos a la cancha”, dijo Williams. “Maria Sharapova fue una de ellas. Siempre que veía su nombre junto al mío en el sorteo, me aseguraba de entrenar más duro”.

Y el sentimiento era mutuo.

“Es un regalo tener a alguien que te motive a alcanzar esas alturas. Y siempre estaré agradecida por haber sacado lo mejor de mí”, dijo Sharapova en su discurso de aceptación. “Ambas no sabíamos otra opción que luchar con todas nuestras fuerzas. … Ambas odiábamos perder más que cualquier otra cosa en este mundo, y ambas sabíamos que la otra era el mayor obstáculo entre nosotras y el trofeo”.

Sharapova, la primera rusa en alcanzar el número 1 del ranking y una de las 10 mujeres en completar el Grand Slam de su carrera, se unió a la Clase de 2025 la imponente pareja de dobles Mike y Bob Bryan. Los hermanos gemelos finalizaron su discurso con uno de sus característicos golpes de pecho.

Entre el público se encontraban los miembros del Salón de la Fama Martina Navratilova, Jim Courier, Stan Smith y Andy Roddick, todos ellos con sus blazers azules. Sharapova y los hermanos Bryan también recibieron una raqueta de tenis de fundición, la más reciente ofrenda del Salón de la Fama a los nuevos miembros.

Sharapova fue descrita en su video de presentación como alguien que “combinaba coraje con glamour”, y algunos de los elegantes atuendos con los que compitió ya se exhiben en la sala, incluido un vestido inspirado en un esmoquin que usó en Wimbledon en 2008.

Williams señaló que su rival fue la atleta femenina mejor pagada del mundo durante 11 años consecutivos, impulsada por ingresos por patrocinios que superaron sus ganancias en la cancha.

“Nos enseñó a todos cómo convertir la excelencia en la cancha en excelencia en los negocios, la moda, las marcas y todo lo que tocaba”, dijo Williams. “Cambió la forma en que las mujeres abordaban no solo el tenis, sino también los deportes y las oportunidades. Nos demostró que se puede ser feroz en la cancha y estratégica fuera de ella, y ser ella misma sin complejos en todo momento”.

Sharapova dijo que su incorporación le dio la oportunidad de mirar atrás, algo que intentaba evitar cuando jugaba. Y atribuyó su éxito a “aceptar las dificultades y afrontar las dificultades”.

“Cuando inevitablemente escuches voces que te digan que te relajes, que reduzcas tus límites, que mitigues tu ambición, espero que encuentres la manera de ignorarlas”, dijo. “Compite con fiereza. Eleva tu nivel. Fíjate metas que te intimiden. Y no olvides celebrar tus victorias, por pequeñas que sean.

“Al dedicarle mi vida al tenis, el tenis me dio una vida”, dijo. “Y qué vida tan extraordinaria. Y estoy profundamente agradecida por ella”.

Los Bryan compartieron un discurso como si se turnaran en la cancha, alternando el micrófono mientras agradecían a entrenadores, amigos y compañeros de Copa Davis de una carrera en la que ganaron 119 títulos ATP, incluyendo 16 Grand Slams, y una medalla de oro olímpica. Pasaron un récord de 438 semanas en la cima del ranking mundial.

Navratilova, que ganó el título de dobles mixtos del Abierto de Estados Unidos en 2006 con Bob Bryan, agradeció a los hermanos por evitar que las disciplinas de dobles cayeran en el olvido.

“No muchos atletas trascienden su deporte”, dijo. “Que dos gemelos lo logren es increíble”.

Bob Bryan dijo que tuvo suerte porque “durante la mayor parte de mi carrera, tuve al jugador número uno del mundo al otro lado del pasillo”.

“Los dobles fueron nuestra pasión desde el primer día”, dijo Mike Bryan. “Nos encantaba todo de los dobles. Nos encantaba la estrategia, el trabajo en equipo, compartir los altibajos. Al igual que nuestras personalidades, nuestros juegos se complementaban a la perfección”.