El huracán Erin se está intensificando rápidamente mientras avanza sobre el noreste del Caribe este sábado, provocando fuerte oleaje y generando lluvias y ráfagas de vientos a las islas situadas al sur de su trayectoria.
Erin era un huracán de categoría 4 con vientos sostenidos de 210 km/h hasta la mañana de este sábado, según el Centro Nacional de Huracanes. Los vientos de la tormenta han más que duplicado su velocidad en las últimas 24 horas, pasando de una tormenta tropical de 112 km/h a las 8:00 a.m. del viernes a una categoría 4 de 233 km/h a las 8:00 a.m. de este sábado.
Erin se encuentra a unos 240 km al noreste de Anguila, señala el Centro Nacional de Huracanes.
La tormenta pasará justo al norte de las Islas de Sotavento, las Islas Vírgenes y Puerto Rico este fin de semana, mientras gira gradualmente hacia el norte. Es improbable que toque tierra directamente en alguna de las islas del noreste del Caribe, aunque se han emitido alertas tropicales para algunas de estas zonas, advirtiendo sobre posibles amenazas.
Se pronostica que Erin se desplace hacia el norte sobre el Atlántico occidental la próxima semana, alejándose de Estados Unidos y Bermudas, pero eso podría cambiar si la tormenta gira más o menos bruscamente de lo actualmente previsto. Incluso si el pronóstico se mantiene, Erin podría causar problemas en ambos lugares en forma de fuerte oleaje y corrientes de resaca peligrosas.

Jack Beven, especialista sénior en huracanes, rastrea a Erin el 13 de agosto en el Centro Nacional de Huracanes de Miami. Joe Raedle/Getty Images
Se espera un fortalecimiento continuo durante este sábado, impulsado por el Atlántico, que está más cálido de lo normal. De hecho, para mediados de la próxima semana, se pronostica que Erin al menos duplique o triplique su tamaño, lo que resultará en condiciones marítimas adversas en el Atlántico occidental.
La intensificación rápida ocurre cuando los vientos que giran alrededor del centro de una tormenta aumentan al menos 56 km/h en 24 horas o en menos tiempo. El año pasado, nueve tormentas se intensificaron rápidamente en la cuenca atlántica, incluyendo los huracanes Helene y Milton.
Este tipo de fortalecimiento explosivo ocurre con más frecuencia a medida que la contaminación que calienta el planeta inclina la balanza hacia océanos más calientes que alimentan tormentas poderosas.
CNN



