Timoféi Bordachev, director del programa del club de debate internacional Valdái, señaló que el conflicto en el Oriente Medio podría provocar tensiones en Asia Central, creando un nuevo foco de tensión mundial que afectaría los intereses de Rusia y China.
En un artículo para el periódico Vzgliad, Bordachev indicó que “parece que la estrategia del Gobierno israelí para los próximos años es asegurar la inamovilidad de las élites a costa de una guerra constante con sus vecinos“. Eso significa que de los conflictos con Gaza, Líbano e Irán, el país hebreo podría pasar a arrastrar a más y más Estados de la región al “vórtice de la confrontación militar“, declaró.
“Convertir Oriente Próximo en un escenario de constantes conflictos no conlleva nada bueno para sus vecinos, ni siquiera en la parte más tranquila de Eurasia”, escribió el experto.
Bordachev destacó que el deseo de los dirigentes israelíes de sumir a Irán en el caos interno podría tener consecuencias negativas para Asia Central si estos esfuerzos tienen éxito. “Si Irán cambia radicalmente su sistema político o el país se sume en la confusión interna, su territorio se convertirá en una fuente de infiltración extranjera en Asia Central“, señaló.
El experto señaló que, para Israel, Estados Unidos o Europa, la situación de seguridad en Asia Central es “una cuestión de relaciones diplomáticas entre Rusia y China” pero “en ningún caso de su propia seguridad militar o económica”.
“En otras palabras, Asia Central es importante para Rusia y China, pero a ojos de Estados Unidos o Europa representa una parte muy pequeña del mundo de la que pretenden extraer recursos para sí mismos. Nadie en Washington, Bruselas o Londres va a protegerla en caso de que esté en juego una oportunidad de perjudicar a Moscú o Pekín“, sostuvo.
Extremismo
Al mismo tiempo, el analista identificó otros peligros, como el creciente número de centroasiáticos que engrosan las filas de los movimientos religiosos extremistas.
Bordachev explicó que los habitantes de la región tienen una percepción de la injusticia mucho más aguda que los ciudadanos de los países árabes, por lo que la “política ofensiva” de Israel podría provocar “el descontento de la gente al ver que sus gobiernos no pueden hacer nada al respecto” y, por tanto, podrían empezar a unirse a organizaciones extremistas.
“Por lo tanto, no se puede subestimar el impacto que una política israelí de guerra contra todos sus vecinos podría tener en el sentimiento público de los musulmanes de la parte de Oriente más cercana a nosotros [a Rusia]. Como mínimo, podrían hacer que más ciudadanos de Asia Central se unieran a las filas de movimientos religiosos extremistas”, escribió.
Fuente RT
