El cardenal Robert Francis Prevost, de 69 años, se ha convertido este jueves en el papa número 267 en la historia de la Iglesia católica. Es un prelado nacido en Chicago, EE.UU., con opiniones cercanas al papa Francisco que pasó muchos años como misionero en Perú antes de ser elegido jefe de los agustinos durante dos mandatos consecutivos.
Sobre temas clave, el cardenal Prevost ha dicho poco, pero se conocen algunas de sus posiciones. Al parecer, está muy próximo a la visión de Francisco en lo que respecta al medioambiente, la ayuda a los pobres y los inmigrantes, y el encuentro con la gente. El año pasado, dijo que “el obispo no debe ser un principito sentado en su reino”.
Les relatamos cuáles son sus posturas sobre algunas cuestiones de importancia.
Parejas del mismo sexo
Su postura al respecto es ambigua. Aunque expresó sus reservas sobre la “simpatía por creencias y prácticas que contradicen el Evangelio”, el cardenal Prevost se mostró menos claro sobre la ‘Fiducia suplicans’, la doctrina católica que permite a los sacerdotes bendecir a parejas en situaciones irregulares y a parejas del mismo sexo.
El cardenal subrayó la necesidad de que las conferencias episcopales nacionales tengan autoridad doctrinal para interpretar y aplicar esas directrices en sus contextos locales, dadas las diferencias culturales. Por tanto, no respaldó ni rechazó plenamente el documento.
Promover una Iglesia sinodal
Prevost es un firme partidario de la sinodalidad. Se le ha descrito como un “firme defensor” del papa Francisco en hacer que las estructuras de la Iglesia sean más inclusivas y participativas, y ve la sinodalidad como una forma de abordar la polarización dentro de la Iglesia. Relaciona la sinodalidad con la necesidad de consulta y participación de los laicos.
Ordenación de mujeres diáconos
El nuevo pontífice está en contra de la ordenación de mujeres diáconos. Durante el Sínodo sobre la Sinodalidad de octubre de 2023, Prevost afirmó que “clericalizar a las mujeres” —es decir, ordenarlas para funciones clericales— no resolvería los problemas de la Iglesia e incluso podría crear otros nuevos.
