El arzobispo emérito Anselmo Guido Pecorari reveló algunos detalles curiosos sobre la estancia de los cardenales en la Casa de Santa Marta, en medio de los arreglos para el cónclave del próximo 7 de mayo, que parecen mostrar un lado más humano de los altos representantes de la Iglesia católica.
En una entrevista para Corriere della Sera, Pecorari contó, sin revelar su identidad, la historia de un cardenal que pensó que todo en Santa Marta “era gratis”.
Con esa idea, invitó a varios colegas a conversar en su habitación luego de una cena. En poco tiempo se habían acabado todas las botellas del minibar, y el protagonista de este relato se llevó una gran sorpresa al recibir después una enorme factura. “Se sorprendió mucho”, dijo Pecorari.
Según Pecorari, la estancia en Santa Marta puede ser bastante tensa debido a que los ojos del mundo están puestos sobre ellos.
Aunque admite que las cenas fuera de casa ayudan a bajar la presión, también advierte a sus colegas que los hosteleros de Roma tienden a aprovecharse de los cardenales si se presentan con sus hábitos rojos, inflando las cuentas y especialmente cuando se trata de vinos, por lo que les recomienda guardar el anillo cardenalicio y la sotana en el hotel antes de salir a la ciudad.
Tras la muerte del papa Francisco el pasado 21 de abril, 135 cardenales de todo el mundo, todos menores de 80 años, se reunirán a puerta cerrada en la Capilla Sixtina y votarán en secreto las veces que sea necesario hasta que se alcance una mayoría de dos tercios para elegir al sucesor, el próximo 7 de mayo.
Fuente RT



