Siguiendo las orientaciones del Papa Francisco al proclamar el Jubileo Ordinario “Peregrinos de la Esperanza para el año 2025”, Su Excelencia Reverendísima Monseñor Piergiorgio Bertoldi, Nuncio Apostólico de Su Santidad, inauguró el Jubileo Penitenciario para República Dominicana, desde el Centro de Corrección y Rehabilitación de San Pedro de Macorís.
El evento marcó un momento significativo en la labor pastoral dirigida a los privados de libertad, voluntarios y personal de servicios carcelarios.
La celebración litúrgica sirvió no solo para inaugurar este importante jubileo, sino también como un espacio de reflexión y animación pastoral para abordar la realidad del sistema penitenciario dominicano y establecer nuevas estrategias pastorales para el año 2025.
Un compromiso renovado con los privados de libertad
Durante la jornada, Monseñor Santiago Rodríguez destacó el compromiso de la Iglesia dominicana con los privados de libertad y sus familias, subrayando que la Iglesia, como madre y maestra, está llamada a estar presente en los lugares de mayor vulnerabilidad. Agradeció la dedicación de sacerdotes, diáconos, religiosos y laicos que trabajan arduamente en el servicio penitenciario.
En su discurso, Monseñor Rodríguez resaltó la importancia de la evangelización dentro del entorno carcelario, donde el acompañamiento espiritual se complementa con iniciativas que buscan la promoción humana integral de los internos. Este enfoque apunta a la formación de comunidades cristianas solidarias y participativas tanto dentro como fuera de los centros penitenciarios.
Mirando al futuro: Jubileo 2025
El Jubileo Penitenciario de 2025 será un momento clave para renovar y fortalecer las iniciativas de reinserción social y pastoral en el ámbito carcelario. Durante la jornada inaugural, se presentó un balance de las acciones realizadas hasta ahora, junto con un análisis de los desafíos que persisten en este campo.
La Iglesia dominicana reafirmó su compromiso de colaborar con las autoridades penitenciarias en la construcción de espacios más humanizados y en la creación de oportunidades que permitan a los internos rehabilitarse y reinsertarse plenamente en la sociedad.
Con esta iniciativa, presidida por Monseñor Bertoldi, se abre un nuevo capítulo en la misión evangelizadora y pastoral de la Iglesia, poniendo a los privados de libertad en el centro de su acción y testimonio cristiano.
El acto contó con la presencia de importantes figuras eclesiásticas y civiles, incluyendo a Monseñor Santiago Rodríguez, Obispo de la Diócesis de San Pedro de Macorís, Presidente de la Comisión Nacional de Pastoral Penitenciaria, el Padre Arístides Jiménez Richardson, Capellán General de Prisiones; Rafael Amador Figaris, Asesor Técnico Docente y Coordinador de Reinserción Social de las Casas del Redentor; y el Coronel Roberto Hernández Basilio, Director General de la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales.
