Los crímenes letales han disminuido en Brasil un 5,7 % durante el primer año del Gobierno encabezado por Luiz Inácio Lula da Silva, según se desprende de los datos registrados por el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.
Las cifras todavía son provisionales y recogen la tendencia registrada entre los meses de enero a octubre de 2023, aunque se espera que el cómputo total del año confirme el balance positivo.
La información fue adelantada el pasado 21 de diciembre por el titular de la cartera, Flávio Dino (que dejará el cargo en breve para convertirse en juez del Supremo Tribunal Federal), al presentar un balance preliminar del año.
“En 2021, tuvimos 42.721 crímenes violentos letales intencionales. En 2022, fueron 42.620. Para este año, nuestra proyección más pesimista es que el total llegará a un máximo de 40.173 casos“, dijo el Ministro, en declaraciones recogidas por Agencia Brasil.
Asimismo, Dino destacó que entre enero y principios de noviembre se registraron 36.854 incidentes de esta naturaleza en todo el país. La estadística incluye el homicidio doloso, el feminicidio, las lesiones corporales seguidas de muerte y el robo con resultado de muerte.
“Estoy muy contento con los resultados. Estamos avanzando en la dirección correcta. Si se confirman los datos preliminares, eso significa aproximadamente 2.500 vidas salvadas“, adujo entonces el ministro.
El funcionario también destacó que la mejora había sido posible gracias a la reducción del “armamentismo irresponsable que existía antes”, en alusión a las políticas del anterior Gobierno de Jair Bolsonaro, lo que en su opinión demuestra “que no hay una correlación lógica entre el crecimiento del número de armas y la reducción de las muertes violentas o de los homicidios, como decían algunos”.
Según el Ministerio, las 28.304 armas registradas hasta noviembre de 2023 son casi un 79% menos que las 135.915 computadas en 2022.
