La dieta de la longevidad se refiere a un conjunto de patrones alimentarios que se centran en la promoción de la salud y la prevención de enfermedades crónicas, con el objetivo final de extender y mejorar la calidad de vida.
Si bien no hay una única “dieta de la longevidad”, hay varios principios y alimentos comunes que se consideran beneficiosos para lograr este propósito.
¿Qué es la dieta de la longevidad?
Se basa en la observación de poblaciones centenarias, como las de las “Zonas Azules”, áreas del mundo donde la gente vive más tiempo y tiene tasas más bajas de enfermedades crónicas. Las Zonas Azules incluyen lugares como Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia), Loma Linda (California, EE. UU.), Península de Nicoya (Costa Rica) y la isla de Ikaria (Grecia).
¿Cuántos años de vida puedes ganar comiendo sano?
Aunque es difícil poner una cifra exacta, diversos estudios sugieren que la adhesión a patrones dietéticos saludables puede añadir varios años a la esperanza de vida, en algunos casos incluso se habla de vivir una década más. Además, no se trata solo de vivir más tiempo, sino de vivir esos años con mejor salud y menos enfermedades.
¿Qué hay que comer para vivir más años?
Legumbres y granos enteros
Son una fuente principal de proteínas y carbohidratos en muchas de estas dietas. Lentejas, garbanzos, frijoles, quinoa, avena, arroz integral y otros granos son fundamentales.
Verduras y frutas
Se consumen en abundancia, priorizando aquellos que son locales y de temporada.
Pescado
Especialmente en zonas como Okinawa y Cerdeña, el pescado es una fuente principal de proteínas. Se recomienda el consumo de pescados grasos como el salmón, sardinas y caballa.
Aceites saludables
El aceite de oliva virgen extra, utilizado en la dieta mediterránea, es una fuente principal de grasas saludables.
Nueces y semillas
Almendras, nueces, chía, lino y otros aportan proteínas y grasas saludables.
Limitar carnes rojas
Se consumen con moderación, priorizando carnes magras y de pastoreo.
Evitar alimentos procesados
Las comidas altamente procesadas, azucaradas y con aditivos químicos son mínimas o inexistentes en estas dietas.
Vino tinto
En lugares como Cerdeña e Ikaria, el vino tinto se consume con moderación.
Agua
La hidratación es clave. Beber suficiente agua diariamente es fundamental.
Hierbas y especias
No solo añaden sabor a los alimentos, sino que también tienen propiedades medicinales. El orégano, la cúrcuma, el romero y otros son comunes en estas dietas.
En resumen, la dieta de la longevidad no es una dieta estricta, sino más bien un conjunto de principios y patrones alimentarios que promueven la salud y el bienestar a largo plazo. La clave es la moderación, el equilibrio y la elección de alimentos naturales y mínimamente procesados.