Para cada injuria de la oposición el Gobierno responderá con tres verdades, afirmó ayer domingo el presidente Luis Abinader, quien volvió a decir que su gobierno es transparente y maneja los recursos con nitidez y pulcritud.
Así habló el mandatario en la entrega de 200 apartamentos a familias afectadas por la cañada de Guajimía, en Santo Domingo Oeste. Allí, acompañado de funcionarios nacionales y municipales, dijo que su gestión hace mucho con poco, que invierte en la gente y que genera mayores oportunidades de desarrollo.
«Nuestro compromiso es con la gente, con hacer de nuestro país un lugar mejor para todos, en el que podamos disfrutar de nuestras vidas y forjar proyectos de futuro para nuestras familias. El objetivo de mi gobierno es cambiar las cosas, y estamos cumpliendo con eso», continuó.
Las palabras del presidente llegan a las puertas de arrancar la carrera electoral, cuando se está calentando la temperatura política. Él mismo tendrá que definir si va o no a la reelección. La decisión llegará el 17 de agosto próximo, la fecha tope para el gran anuncio. A partir de entonces, Abinader se convertiría en presidente candidato y los cañones de la reelección afinarían la puntería.
La oposición no da tregua. Por un lado, Abel Martínez, el inquieto alcalde de Santiago y candidato presidencial por el PLD, la emprende contra el Gobierno diciendo que ha sido una «pesadilla» para la población, y que ha destrozado las esperanzas de la gente. Además, promete un cambio «verdadero y real», ante el «frustrado» cambio vendido por Abinader y el PRM.
De otro lado, el expresidente Leonel Fernández quiere volver a subir las escalinatas del Palacio Nacional. En declaraciones recientes ha dicho que el Gobierno «solo promete y no cumple», alegando que solo anuncian obras y no resuelven. Además, aseguró que las autoridades «vaciaron las neveras y apagaron las estufas», por lo cual repitió el sonado grito del 2004: «E’pa fuera que van».
Entre el oficialismo y la oposición hay una guerra cruzada, que subirá de tono en la medida que entre en calor la campaña electoral. Se esperan críticas más ácidas de uno y otro lado, y nadie querrá callar ante la lengua picante de su contrario.
De hecho, el ministro Administrativo y presidente del PRM, afirmó recientemente que la oposición critica con acritud, pero que «le falta, acción, valor y emoción». El funcionario ha repetido, así, la brillante frase de un libro anónimo. Sonó bien y quizá haya caído mejor.
Pero lo cierto es que ya la oposición está en negociaciones estrechas para formar una alianza político-electoral. Los hechos no mienten. Sus diputados están unificados en rechazo a un juicio político contra los miembros de la Cámara de Cuentas, y presentaron inclusive un contrainforme en ese sentido.
Se prevé que la concertación llegue para las municipales de febrero y para las congresuales de mayo. En ese caso se vislumbra la competencia de dos bloques sólidos y competitivos: el oficialismo y la oposición, en lucha cuerpo a cuerpo por los escaños. A nivel presidencial, el lente está nublado: luce diferente. PLD y Fuerza del Pueblo tienen cada uno su candidato, y los dos están dispuestos a llegar al conteo final, en esa noche expectante del próximo 19 de mayo. RNN