San Diego se encuentra al borde de la eliminación luego de haber caído por tercera ocasión en la Serie de Campeonato en contra de los Phillies.
Ganarse el estatus de “súper estrella” en los deportes profesionales es una de las labores más difíciles que puede existir para un atleta profesional. Las incesables horas de preparación, los resultados y los momentos que hay que obtener para ser considerado como tal, conllevan un nivel de sacrificio que no todos los atletas profesionales logran a lo largo de sus carreras.
Una vez un deportista consigue esa condición, son muchos los beneficios que a su carrera llegan, en todos los sentidos, sin embargo, con la misma, también llega un nivel de expectativas que no se tienen con todo el mundo y aunque algunos pudiesen ver esto último como injusto, es el precio del estrellato.
En la actual postemporada de MLB se han puesto bajo los reflectores a varios peloteros considerados como “súper estrellas”. Algunos han pasado de manera satisfactoria la prueba, otros han quedado cegados en el momento de la campaña donde las luces son más brillantes. En el caso particular de San Diego Padres, sus dos caras tendrán, obligatoriamente, que aportar aún más, si quieren salvar al equipo de la eliminación frente a Philadelphia Phillies y con eso, tener una oportunidad de jugar en la Serie Mundial.
