El dominicano Sammy Sosa, uno de los peloteros más emblemáticos en la historia de las Grandes Ligas y único en conectar tres temporadas con 60 o más jonrones, fue oficialmente exaltado al Salón de la Fama de los Cachorros de Chicago este domingo 7 de septiembre, en una ceremonia que marcó su esperado reencuentro con la organización.
Nacido en San Pedro de Macorís, Sosa debutó en MLB el 16 de junio de 1989 con los Rangers de Texas, pero fue con los Cubs donde dejó una huella imborrable. Durante 13 de sus 18 temporadas en las Mayores vistió el uniforme de Chicago, conectando un total de 545 cuadrangulares. Su primer jonrón con el equipo llegó el 7 de mayo de 1992, frente a Ryan Bowen de los Astros de Houston.
Apodado “El Bambino del Caribe”, Sosa protagonizó junto a Mark McGwire la histórica carrera jonronera de 1998, considerada un momento decisivo que revitalizó el interés por el béisbol tras la huelga de 1994. Ese mismo año, lideró las Grandes Ligas en carreras impulsadas con 158 y fue reconocido como el Jugador Más Valioso de la Liga Nacional.
La exaltación de Sosa no solo reconoce sus impresionantes números y logros, sino que también simboliza un acto de reconciliación con la franquicia con la que marcó una era en el béisbol de Grandes Ligas.
La ceremonia se llevó a cabo durante el partido entre los Chicago Cubs y los Nacionales de Washington, convirtiéndose en un momento histórico tanto para la organización como para los fanáticos que pudieron presenciar en persona el homenaje a la leyenda dominicana.
Tras varias gestiones y años de espera, Sosa finalmente fue inmortalizado por los Cachorros de Chicago, recibiendo el reconocimiento que muchos consideran merecido por su contribución al deporte y al legado del equipo.
Con esta exaltación, Sammy Sosa se consolida como un ícono del béisbol, dejando un legado que perdurará en la memoria de los seguidores de los Cubs y de todos los amantes del deporte en la República Dominicana y el mundo.
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